El problema
¿Quién no ha sudado frío frente a un problema matemático donde necesitas pensar analíticamente para resolverlo?
Estoy seguro que muchos, especialmente si la capacidad matemática no es nuestro mejor atributo.
La educación suele concebirse como la transmisión acrítica, en un salón de clases, de contenidos y principios confinados en un conjunto de materias que son definidas como importantes por la sociedad. La limitación de esta visión es que si no eres bueno en algún curso, se asume que no eres una persona inteligente y que el futuro no será promisorio. Sin embargo, no todas las personas tienen la misma capacidad y juzgarlas por sus habilidades matemáticas, por ejemplo, evidencia la limitación del sistema de educación, que define lo que tienes que aprender y te da los libros necesarios para hacerlo, pero falla en mirarte como individuo, con tus talentos particulares y tu potencial.
La visión
Tengo la convicción de que todas las personas somos genios y es nuestra tarea encontrar en qué, sin embargo las escuelas el día de hoy no están pensadas para ayudarnos a descubrir nuestro “genio”. Algunos podrán lograrlo pero otros pasarán 11 años en la escuela sin saber qué quieren hacer, qué quieren lograr o en qué son buenos, esto debido a que las herramientas que les fueron brindadas son limitadas; y es que en un salón de clases, debido a la cantidad de estudiantes y a sus distintas capacidades, la enseñanza siempre será promedio.
La solución
Es aquí donde, haciendo uso de la tecnología, se presenta la oportunidad de la educación personalizada. Si tenemos una escuela capaz de registrar la información que cada estudiante genera, esta puede ser analizada con el fin de lograr un mejor entendimiento de cada individuo, identificando en qué son buenos y dirigirlos hacia donde deberían estar en la vida.
Un modelo híbrido de educación personalizada puede contar con la participación de profesores para supervisar el proceso y de un sistema digital que brinda información y preguntas para los estudiantes. Imagina una clase de 20 estudiantes donde se les formula 4 preguntas por clase, sus respuestas generan 80 puntos de información, que en 11 años se convierten en cientos de miles de puntos de información por estudiante.
Con toda esta data recopilada podemos evaluar mejor cuáles son las fortalezas y debilidades de cada persona. El estudiante, el maestro y la computadora pueden analizar los resultados y entender dónde deben concentrar su atención. Además, si un estudiante se queda atrás, el sistema sabrá qué aspectos debe reforzar para ponerse al día con sus compañeros de clase. Esto es sólo un pequeño ejemplo del potencial que la data podría tener en un salón de clases, las posibilidades son infinitas.
Actualmente estamos viendo las primeras etapas de la educación personalizada, Mark Zuckerberg está financiando muchas iniciativas en escuelas con la finalidad de tener mejores sistemas educativos, donde los estudiantes pueden aprender online desde la computadora. En el Perú, el acceso a internet crece a paso acelerado, pero mucha gente no tiene conocimiento del gran potencial de lo que se puede lograr con el internet y es importante demostrarles lo que es posible; más allá de Facebook, Whatsapp o Instagram, existen plataformas educativas donde se comparte conocimiento que moldeará el futuro.
Un último consejo 🙂
Hoy en día es más que conveniente aprender por ti mismo. Usa el internet, encuentra los cursos indicados, construye tu propia estrategia de aprendizaje y desarrolla tus habilidades. Todos deberían aprovechar las ventajas que la conectividad trae para encontrar su propio camino y convertirse en un superhumano.
