Todas las campañas de marketing buscan cumplir un objetivo específico —comúnmente, comercial— por medio de la persuasión. Sin embargo, siempre se puede ir más allá. En este artículo te contamos hacia dónde, para qué y cómo hacerlo.

Creatividad y estrategia crean lo que conocemos como una campaña de marketing. Esta abarca una serie de acciones correlacionadas enfocadas a cumplir objetivos puntuales durante un determinado periodo de tiempo. En la mayoría de casos, estas campañas responden a fines netamente comerciales (leads, ventas, tráfico, etc.), pero puedes usarlas para hacer que tu marca trascienda y logre más que solo números.

La misión es la persuasión

Aunque no siempre seamos conscientes del por qué de nuestras decisiones o acciones, muchas de ellas están basadas en creencias, actitudes y motivaciones personales. Estas bases dejan de ser propias cuando se asocian a un grupo con características comunes, creando pequeños círculos que forman un público objetivo.

El marketing busca influir en estos públicos para persuadirlos, por ejemplo, de tomar una decisión en particular que podría ir en la línea de sus preceptos personales o, de manera más audaz, diametralmente en contra. Al intentar persuadir a una persona con algo que dista de lo que piensa o cree, surge la misión de “crear” una necesidad (va entrecomillada porque lo que se crea es la sensación de, no la necesidad propiamente) y lograr que esta persona crea que debe atenderla.

El marketing influye en tu público para persuadirlo de tomar una decisión en particular o crear una necesidad.

Todo lo expuesto responde a nociones de psicología humana. El marketing se vale de estudios sobre la mente del consumidor, pero no navegaremos a tales profundidades. Basta con tener claro que siempre es posible persuadir. Lo importante es saber cómo.

¿Más allá? ¿Hacia dónde?

Al inicio decíamos que las campañas de marketing están dirigidas a objetivos comerciales y, desde luego, es necesario. Sin embargo, también pueden tomar direcciones que respondan a otros fines logrando, por ejemplo, construir su identidad o trascender como una marca posicionada en determinados públicos.

Estos objetivos pueden sonar menos atractivos que los comerciales, pero ten en cuenta que, a mediano o largo plazo, una marca con identidad propia y posicionada en la mente del consumidor logrará más y mejores ventas. Es un camino pausado pero seguro y mucho más efectivo para destacar entre la competencia, fidelizar a tu público actual y atraer a nuevos clientes potenciales.

Una marca con identidad y posicionamiento logra resultados positivos que se sostienen en el tiempo.

Entonces, ¿hacia dónde? Pues hacia la diferenciación. Hoy por hoy no basta con vender zapatos de mejor cuero o de menor precio. Eso pueden hacerlo 10 marcas más. El objetivo es identificar y crear necesidades. Ahora entenderás mejor de qué hablamos.

¿Y para qué?

Piensa en una marca de bebidas gaseosas. Probablemente pensaste en Coca-Cola o Inca Kola. Ahora piensa en los atributos que acompañan a estas marcas. Son felicidad y peruanidad, respectivamente. Esto es porque, actualmente, no es suficiente que un producto o servicio se asocie netamente a sí mismo, debe relacionarse a una experiencia o emoción que resulte más cercana y atractiva, incluso, más humana.

Lo que hicieron estas marcas fue persuadir a sus consumidores presentándose como las opciones que solventan esas necesidades. ¿Para qué? La respuesta es evidente: diferenciarse, posicionarse y, por supuesto, acrecentar sus ventas. Y vaya que lo lograron. ¿No es lo que te gustaría para tu negocio?

Crear campañas de marketing con objetivos como los que lograron estas marcas te traerá réditos positivos. Es una fórmula efectiva pero que debe trabajarse con una estrategia inteligente. Ahora te enseñaremos a hacerlo.

¿Cómo lo hago?

Para persuadir a una persona es necesario comprenderla. No puedes influir en alguien que no conoces o que no entiendes. Aquí es importante reconocer cabalmente las necesidades que ya existen en tu buyer para atenderlas y “crear” nuevas. Estas creaciones deben responder a las emociones que dictan las creencias, actitudes y motivaciones de esa persona.

Ejemplos concretos son las campañas con enfoque social. Si estás leyendo este artículo siendo todavía junio, estamos en el Mes del Orgullo LGBTIQ, una de las fechas que ha tomado mayor relevancia en la región haciendo que distintas empresas se expresen a favor de la igualdad de derechos. ¿Sabes si a tu público le motiva este tipo de causas sociales? ¿Te gustaría construir la identidad de tu marca asociada a estos temas? Siendo así, una manera de ir “más allá” sería mostrarse empático y realizar acciones auténticas en apoyo de esta causa o de alguna otra que haga eco en tu público o en tu marca para empezar la tarea de persuasión. Es un buen paso para diferenciarse.

Crear campañas de marketing con enfoque social marca una diferencia si se maneja de la manera correcta.

La diferenciación es un factor clave en un mercado que crece de manera vertiginosa. No tengas miedo de probar caminos novedosos. Una marca empática y humana rompe con la fría barrera de ver a los consumidores solo como símbolos de dólar. Ponte, por un momento, del otro lado y piensa en lo que te gustaría que las marcas hicieran por ti.

Detrás de cada empresa hay un grupo de personas con sentimientos, creencias y realidades de vida. El público lo sabe, pero no siempre se le permite conocer más. Abre el corazón de tu marca. Ahora te daremos algunas recomendaciones.

Claves para persuadir con visión

Como mencionamos antes, realizar acciones para construir identidad de marca u obtener posicionamiento no genera resultados inmediatos, pero sí más estables en el tiempo. Enfocar la visión de tus campañas de marketing con estos objetivos resultará más provechoso. Sigue estas recomendaciones para hacerlo de manera efectiva:

• Sé auténtico y coherente. Si agitarás la bandera de alguna causa social, asegúrate de conocer su significado y aplicar sus valores dentro de tu empresa. No basta con cambiar una foto de perfil, es necesario comprender los colores.
• Sé constante. Inicia con la premisa de que, probablemente, no verás resultados en el siguiente trimestre, pero los rascacielos no se construyen en un abrir y cerrar de ojos. Persevera y continúa con el plan.
• Asocia tu marca a emociones. En la línea de “abrir el corazón de tu marca”, muestra su lado humano relacionándola a emociones que la representen, que la personifiquen y que generen empatía en tu target.
• Define la estrategia y los objetivos. Ninguna campaña funciona sin estos puntos perfectamente definidos. Ya tienes claro que existen distintas maneras de llegar a resultados cuantitativos. Apuesta por las que perduran en el tiempo.
• Usa planes de inbound marketing. Atrae a potenciales clientes brindándoles información de su interés. Crear contenido de valor en un blog o alguna otra herramienta de marketing de contenidos es una buena manera de hacerlo.
• Crea campañas de branding. Para construir una marca es vital realizar acciones con ese objetivo y medir el retorno de tu inversión. Las campañas de branding, como las de performance, también pueden ser analizadas en base a resultados.
• Cuida la reputación de tu marca. Siempre existirán los haters. sobre todo en redes sociales. Es importante que aprendas a lidiar con ellos y a darles respuestas certeras pero inteligentes. Tu público lo valorará.

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